OBESIDAD INFANTIL
En un estudio realizado en el Hospital Nacional de Niños de Costa Rica se encontraron realidades muy alarmantes en cuanto al comportamiento de los niños obesos las cuales deben hacer reflexionar tanto sobre la prevalencia de este problema que afecta hoy en día a un alto porcentaje de la población infantil, como sobre la indiferencia que tanto padres como profesionales en salud están manifestando acerca del mismo ya que simplemente ignoran su existencia o se resignan a crear un niño que, en el futuro cercano, será un obeso mórbido o que padecerá enfermedades relacionadas como la diabetes, la cardiopatía a edades tempranas, la hiperlipidemia o el síndrome metabólico.
Se encontró en el estudio publicado en el 2002, que, a pesar de que el 100% de los niños tenía obesidad, el 80.6% indicó nunca habían recibido tratamiento alguno para solucionar dicho problema, y por el contrario, era común la queja en los padres sobre la falta de interés de los profesionales en salud para atender a sus hijos, así como la falta de conocimientos en ellos sobre qué hacer ante tal situación. Mencionaron, que a pesar de solicitar ayuda, la mayoría de las veces se hacían de "oídos sordos", lo cual provoca una gran desmotivación, ya que no saben a quien acudir para resolver el problema.
El niño obeso en Costa Rica no recibe atención médica especializada ya que no se considera la obesidad como una enfermedad, ni siquiera como un problema de atención prioritario. No obstante, es claro el hecho de que un niño obeso y posteriormente un adulto obeso desarrollarán enfermedades asociadas que van desde resistencia a la insulina (síndrome metabólico o diabetes tipo 2) hasta la enfermedad cardiaca relacionada con arteriosclerosis o la enfermedad de los vasos sanguíneos cerebrales o accidentes cerebro-vasculares, que son las primeras causas de muerte en el país.
Un pequeño porcentaje de los niños dijo haber recibido alguna orientación por parte de un profesional en salud (médico o nutricionista) respecto al sobrepeso, e incluso dos casos mencionaron la utilización de fármacos, los cuales no están indicados en niños y una madre indicó haber intentado tratar el problema de obesidad de su hija con acupuntura, medicamentos, tratamientos sicológicos, y que ninguno había producido efecto positivo ya que, por el contrario, su hija presentaba alteraciones de conducta y autoestima, lo cual agrava su condición.
El sedentarismo infantil y el sobrepeso son factores condicionantes de la arteriosclerosis y la enfermedad del corazón y las arterias y, a pesar de esto, más de la mitad de los niños no realizaba ningún tipo de actividad física, y sus padres expresan que invierten la mayoría de su tiempo libre en ver televisión. Todo esto motivado por la falta de espacio físico en sus casas y la excusa de falta de tiempo de sus padres para realizar actividades PADRE-HIJO. Todo asociado a los riesgos actuales relacionados con jugar en aceras o calles y la falta de centros recreativos vigilados donde los niños pudieran realizar ejercicio seguro.
Además tenemos la inexistencia o mala condición de las instalaciones deportivas de las escuelas públicas y el hecho de que la mayor parte de las plazas deportivas o han sido transformadas en parques o se les pone candado para evitar que sean usadas para actividades criminales. Todas estas son excusas de padres y niños para no realizar ejercicio pero, a pesar de ello, la mayoría es consciente de la urgente necesidad de realizar actividad física como parte-del proceso de pérdida de peso de sus hijos e inclusive de ellos mismos que, en una gran mayoría también presentan problemas de sobrepeso y sedentarismo.
Qué nos está ocurriendo en este país y en el mundo entero. Cada vez dedicamos más tiempo a ver a otros en la televisión o en las canchas realizando actividades físicas pero no pasamos de ser simples espectadores de esos deportes los cuales son practicados por una pequeña proporción de la población. Los espectáculos deportivos cuentan cada vez con más adeptos y acaparan el tiempo de la televisión pero la mayor parte de los niños se limita a verlos y no practican los deportes.
Por otra parte los padres se dedican a trabajar y también pasan el tiempo libre viendo la televisión y, cuando deciden realizar actividades con sus hijos, se limitan a ponerse una camiseta de su equipo preferido y dirigirse a un restaurante de comida rápida para ingerir una cantidad de comida totalmente desproporcionada a sus necesidades fisiológicas y suficiente para una semana de nutrición normal.
No creen ustedes que es hora de invertir recursos de las instituciones de salud y de educación en criar una población más saludable y no tanto en otras cosas….
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